Historia de la constitución


La Comunidad Islámica de Valencia es miembro fundador de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y es la representante de esta institución en la región. Comenzó su actividad en 1966, hace más de cuarenta años, a partir de estudiantes extranjeros de origen sirio, jordano, palestino o libanés, becados para estudiar en España, principalmente. La presencia de estudiantes árabes en España, y en Valencia en particular, se explica por el contexto internacional creado por la Guerra de los Seis Días (1967). Dicha guerra no sólo multiplicó la emigración de los habitantes de las zonas en conflicto, también provocó que la universidad  egipcia se sobrecargase al triplicarse las matriculaciones de los estudiantes procedentes de la parte del Cham (Siria, Palestina, Jordania y Líbano). En aquel momento, la política exterior española tenía uno de sus puntales en la “tradicional amistad con los países árabes”. De ahí la acogida de un buen número de estudiantes universitarios de los países del Oriente Próximo. Aquellos estudiantes dieron forma a las primeras comunidades islámicas en España. Y los profesionales que se establecieron y se naturalizaron españoles estuvieron en el origen de la posterior organización del Islam. Así pues, los grupos de universitarios musulmanes que estudiaban en Valencia a finales de los sesenta y comienzos de los setenta tomaron la iniciativa de alquilar un piso de sesenta metros cuadrados en la calle Benicarló y convertirlo en mezquita. En aquel momento no era posible abrir legalmente una mezquita en cuanto tal en una España oficialmente católica. Por eso se constituyeron en asociación cultural, y bajo el nombre Centro Cultural Islámico comenzaron a desarrollar una actividad semipública. Con cierta rapidez extendieron su acción a otra localidad valenciana, donde también había un grupo de estudiantes musulmanes.


Las dificultades eran muchas en un país en el que no existía permiso para establecer una entidad religiosa como la musulmana. Esto significaba que toda la financiación partía de las aportaciones personales de sus miembros. Los escasos cincuenta dólares que recibía cada estudiante tenían que servir para sufragar todos sus gastos, y ahorrar un remanente para mantener la infraestructura del centro cultural, dentro del cual estaba la mezquita. La comunidad durante dos décadas fue semiclandestina y estuvo sostenida por un número pequeño de personas. Hasta mediados de los ochenta, el grupo estaba formado por una veintena de personas en su mayor parte no creyentes, pero que mantenían la cultura religiosa islámica como factor nacionalista y además de orientación socialista. A partir del año 1989, con el reconocimiento oficial como entidad religiosa, comenzó una segunda generación de inmigrantes a participar en el Centro y a desarrollar una labor religiosa más intensa y un trabajo social y cultural más potente. El piso del Centro- recordemos, sesenta metros cuadrados- estaba compuesto por dos habitaciones destinadas al culto religioso, otras dos reservadas a salón para reuniones y una quinta habitación en la que estaba una reducida biblioteca. A finales de los ochenta la demanda de culto religioso creció de tal manera que se decidió dedicar todo el piso a la función de mezquita, llegando a concentrarse hasta ciento veinte personas. Como se celebra un rezo comunitario cada viernes, debido a que la Mezquita se colapsaba en ese día, hubo que doblar el rezo para dar cabida a todos los asistentes,  diarios, surgieron problemas vecinales. Lo cual recomendó el traslado de la actividad a otro local. Cuando se contó con una comunidad suficientemente amplia como para disponer del capital suficiente, se compró un local de 400 metros cuadrados que, como constituía la primera mezquita moderna de la región, atrajo la atención y donaciones de muchas personas y la colaboración altruista de muchos voluntarios.


Uno de los acontecimientos más importantes de la reconstitución islámica en Levante fue la construcción de la gran mezquita de Valencia, que recibió una determinante financiación kuwaití. Frente a este hecho, un importante sector de estudiantes reaccionó reafirmando su autonomía respecto a cualquier iniciativa dependiente de países árabes y, en continuidad con la trayectoria del Centro, se constituyó la Comunidad Islámica de Valencia, con la idea de defender su total independencia de la financiación o el control ideológico que pueda proceder de otros países.



Se reunieron unas trece o catorce  estudiantes que en 1966 formaron la “Asociación Estudiantil Musulmana en España” dependiente de Granada, la mayoría venían a estudiar medicina después de la guerra de los seis días entre musulmanes e israelíes. Ciudadanos palestinos, sirios, jordanos y egipcios salieron de sus países destrozados y en guerra, para no interrumpir sus estudios, no sólo a España, sino a  Inglaterra, Francia, Alemania. Se trataba de una inmigración culta, una inmigración universitaria que no venían a trabajar si no a finalizar sus estudios. Estos 14 o 15 se reunían en casa de amigos pero pensaron en formar una asociación con local, alquilaron un piso  en Benimaclet, lugar donde reunían y lugar de rezo. Empezaron a cobrar 500 pts y cuando salimos de ahí llegamos a 13.000 pts (70 €). El fin era establecer el rezo del viernes, no estaba abierta la Mezquita todos los días, sólo los viernes.

Antes no había necesidad de tantos servicios sociales, aunque ya entrados los años setenta, cuando los estudiantes aquí asentados empezaron a formar familia a instalarse más definitivamente, y ya surgieron otras necesidades a cubrir, el casamiento islámico, la escuela para que las mujeres y los niños aprendieran árabe, y más adelante los ritos funerarios.



La mayoría de la gente estaba sólo con la residencia en aquella época no se permitía nada más que asociaciones estudiantes, pero tras la muerte de Franco  cuando salió la ley de libertad religiosa y el colectivo iba aumentando, en 1974 se disolvió la  “Unión Estudiantil Musulmán en España” de la que surgieron dos asociaciones “Centro Islámico” y la “Asociación Musulmana en España” sección local de Valencia ambas dependiente de Madrid.



La Asociación Musulmana en España se constituyó como una asociación independiente ajena a los intereses de ningún país en concreto, apolítica, no lucrativa.



Fue delegación de Madrid hasta que en el año 1990 se registró como independiente con el nombre actual “Comunidad Islámica de Valencia ,"en la Sección General del Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia.



Cuando las necesidades fueron mayores se formó la Comisión Islámica de España en Madrid, conformada por todas las comunidades y centros islámicos de España.



Fue a mediados y a finales de los ochenta cuando comenzaron a llegar inmigrantes de forma masiva, sin visado ni documentación. Esto propugnó un importante cambio en las labores de la mezquita que desde entonces, además de las labores religiosas y formativas,  presta un servicio informativo, social y asistencial.



Con el incremento de población musulmana, hubo que establecer dos turnos de rezo los viernes para dar cabida a todos los creyentes y aún así las salas de oración se quedaban pequeñas, por este motivo en el año 1992 se cambió la ubicación de la mezquita a la actual sede en la calle Méndez Núñez. Este mismo año comenzaron las reformas del local del que se partía desde cero, en el 1993 se terminó el grueso de la obra, se contaba ya con las diferentes dependencias y a finales de 1993 se inauguró la nueva sede.



En 2004 la CIV se adhiere al Plan Estratégico del Voluntariado de la Comunidad Valenciana, gestionado por la Fundación de la Solidaridad y el Voluntariado de la Comunidad Valenciana.